La salud mental y el bienestar emocional de los profesionales de la salud veterinaria es un tema que ha cobrado importancia en los últimos años. Detrás de la aparente vocación por el cuidado de los animales, se esconde una realidad preocupante: una tasa de suicidio superior a la media de la población general.
Las exigencias del trabajo veterinario son múltiples y generan un alto nivel de estrés. Jornadas largas, la dificultad de lidiar con la eutanasia de mascotas queridas, la carga emocional de tratar animales enfermos y las limitaciones financieras de los clientes son solo algunos de los factores que contribuyen a este panorama desalentador.
Además del estrés, los profesionales veterinarios pueden enfrentar el síndrome de burnout, la depresión y la ansiedad. Estas problemáticas no solo afectan su calidad de vida, sino también la calidad de la atención que brindan a los animales.
¿Por qué se callan?
Existen diversos motivos por los cuales los profesionales veterinarios no suelen hablar abiertamente sobre sus problemas de salud mental. El miedo al estigma, el temor a ser juzgados por su capacidad para cuidar animales y la presión por proyectar una imagen de fortaleza son algunas de las barreras que impiden buscar ayuda.
¿Qué podemos hacer?
Es necesario generar conciencia sobre la problemática del suicidio entre los veterinarios. Las clínicas y hospitales veterinarios deben promover un ambiente de trabajo saludable, fomentando la comunicación abierta y ofreciendo recursos de apoyo emocional a sus empleados.
Asimismo, es fundamental romper el estigma en torno a la salud mental. Buscar ayuda psicológica no es un signo de debilidad, sino un acto de valentía y autocuidado. Animar a los colegas a hablar sobre sus dificultades y normalizar la atención psicológica son pasos clave para mejorar el bienestar de los profesionales veterinarios.
Si eres un profesional de la salud veterinaria y estás atravesando un momento difícil, recuerda que no estás solo. Existen recursos disponibles para ayudarte. Busca grupos de apoyo o consulta con un psicólogo especializado.